29 de abril. Hace semanas que no escribo pero han sido muchos los días que quería ponerme a ello.
Hoy os cuento un poquito el motivo del parón y os hago un resumen de algunas cositas que hemos hecho durante este tiempo.
Mi crisis tecnológica de la que ya os he hablado otras veces (no disponer de conexión a internet y no tener ordenador) me ha llevado a dejar de escribir ya que el móvil enseguida se quedaba sin memoria.
Además de eso, he cogido varios virus y he estado enferma. Desde que me quitaron la muela del juicio (mitad de marzo) hasta el virus estomacal de hoy (ese en que estás paseando del wc al sofá) he cogido 3 virus, uno de ellos con fiebre (afortunadamente pude trabajar). Y es que ponerse mala cuidando niños es lo «normal», pero ¿no podían ser un poco más repartidos a lo largo del año? 😦
Los motivos por los que no me gusta estar malita son:
-No puedo disfrutar de mi peque aunque siempre me mima. ❤
-Me encuentro mal (obvio).
-Falto al trabajo y esto es un problema. A mi no me gusta faltar, no me gusta marear al personal (trabajadores, familias…) ni ver que a final de mes la nómina baja.
-Las tareas de casa no se hacen solas ¿no habéis sentido esa impotencia de estar en el sofá o en la cama todo el día mientras el montón de ropa sigue ahí?
Y después de mi desahogo sobre los virus y malestares, paso a contaros cositas que han ocurrido estas semanas.
Mi peque ya no es tan peque:
Sol cumplió 7 años hace un mes, los mismos que cumplí como mamá. Me encanta verlo crecer día a día. Observar como madura, como cambia su forma de jugar, como cada vez es más autónomo, como lee y escribe. ¡Me da penita otras cosas! Que el tiempo pase tan rápido, que la escuela les «machaque» a fichas y deberes, ¡la infancia pasa tan rápido y se pueden hacer cosas tan chulas sin hacerles escribir taaaaaanto!
El día de su cumple fue un día familiar, sencillo y bonito. Hicimos la celebración unos días antes con sus amigos, espero hacer un post contando como fue.
Invitado especial :
Un fin de semana vino un amigo de Sol a casa. Era la primera vez que un amigo suyo se quedaba a dormir.
Jugaron, jugaron y jugaron durante horas. También aprovechamos y fuimos a Zaragoza (yo tenía que hacer unos recados) y comimos super temprano en Ikea.
En la casa canguro:
Con la llegada de la primavera parece que el calorcito y el sol nos transmite más alegría. Apetecen los paseos, el juego en el exterior, el guarrear experimentar con el agua y la tierra…
Pero si hay que destacar algo único de esta estación es que es perfecta para investigar y observar bichitos, plantas, semillas, etc.
En definitiva, que con la llegada del entretiempo, nos dedicamos a conocer lo que la naturaleza nos ofrece, siempre a gusto de los peques.




Una de las cosas que más penita me dan, es cuando alguno de los peques se va.
Hace una semana nos despedimos de C, una peque de 2 añicos que se ha marchado temporalmente al país de sus padres. Ya la hemos echado de menos y el resto de peques me han preguntado por ella. Sabemos que nos volveremos a ver, pero C, te mandamos muchos besos y esperamos que disfrutes mucho en tu viaje.
Hasta aquí el post de hoy.
¡Os mando un saludo y nos vemos pronto!