Al vivir en un pueblo y tener poco tiempo libre, utilizo a menudo el servicio de compra online.
Por ejemplo, si quiero un libro, no tengo que esperar a ir a la ciudad y lo que eso implica. Cuando dispones de 3 horas para hacer recados, comprar comida, ir al dentista, mirar ropa, entrar a una ferretería, etc hay cosas como la venta por Internet que facilita mucho la vida.
Y ¡ojo! Me encanta a mi bolsillo no entrar a una librería y poder ver cuentos aunque resulte complicado elegir uno. Así que, cuando no puedo ir en persona y quiero, por ejemplo, un libro, entro en la web, lo pido y al día siguiente (en la mayoría de los casos), lo tengo en casa.
El récord fue pedir un libro un día a las 21 horas y recibirlo al día siguiente a las 9.30 horas.
Cuando recibes un libro, viene envuelto en un cartón, sobre o papel (dependiendo del sitio de compra).
Hace días pedí dos cuentos desde Amazón y al sacarlos del envoltorio pensé en hacer algo más con ese material que siempre terminaba en el contenedor.
Así que hoy nos hemos puesto manos a la obra.
Lo primero que he hecho ha sido recortar la forma de carpeta con solapas, como se ve en la siguiente imagen:
Después, he doblado los pliegues y el centro de modo que la parte interior sea en la que queda los posibles dibujos, logotipos o datos del envío.
A continuación, he hecho la propuesta a los peques de 1 y 2 años y como siempre, han aceptado encantados.
Hemos sacado pinceles, vasitos con agua y témperas de colores.
Cada un@ ha decorado la carpeta a su gusto.
Para finalizar, hemos pegado los velcros para que la carpeta se mantenga cerrada.
Así de bonitas han quedado.
¿Os animáis?
¡Un saludo!