Buscando en el diccionario de la RAE, la palabra deberes, me lleva al verbo deber y expone:

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1. m. Aquello a que está obligado el hombre por los preceptos religiosos o por las leyes naturales o positivas. El deber del cristiano, del hombre, del ciudadano.
2. m. deuda (‖ obligación de pagar).
3. m. Ejercicio que, como complemento de lo aprendido en clase, se encarga, para hacerlo fuera de ella, al alumno de los primeros grados de enseñanza. U. m. en pl.

¿Nos resulta útil este tipo de ejercicios en los años en los que vamos al la escuela? ¿Qué beneficios aportan? ¿Aprenden más?
Si hiciera esta pregunta al público en general, habría muchas respuestas afirmando y negando su uso.
Sin ganas de entrar en polémica, respetando la opinión de cada uno, os cuento los deberes que me gustaría que mandaran a mi hijo y os daré mi opinión sobre los deberes.

LOS MEJORES DEBERES:
Para mí, los mejores deberes que un maestro o maestra podría mandar, tendrían que cumplir varios requisitos;
– Qué hubiera un margen de entrega de varios días: cada familia y cada niño tiene unas necesidades distintas, un tiempo libre diferente. Algunos hacen extraescolares los martes y jueves, otros todos los días y otros ningún día a la semana. Así que, por ejemplo, si envían una cosa de un día para otro y coincide con la tarde que tienen patinaje, podría ser negativo y causar estrés en la familia, especialmente en el niño.
-Dentro de la propuesta de deberes habría al menos, dos formas distintas de realizar la tarea o bien, sería voluntario.
-Sí se necesita libros, material de papelería o Internet, habría que dar varias posibilidades para las familias que no dispongan de esos recursos.
–No contarían para la nota (el maestro/a no sabe si los deberes los ha hecho el niño o los padres, por lo que la evaluación no sería justa). Contarían para el aprendizaje del propio alumno, que se supone que es lo que realmente importa. 😉
-El material con el que se llevaran a cabo, debería ser amplio, para que cada niño los expresará con aquello que le apasionara.
-No serían deberes repetitivos y aburridos.
–El tiempo que costaría hacerlos, lo marcaría el propio alumno de forma individual.
Y, para finalizar:
-Los deberes deberían ser esporádicos, y lo más importante: serían deberes creativos y de experimentación.
El EJEMPLO:
Supongamos que nuestro hijo acude al un colegio con enseñanza tradicional y cursa tercero de primaria. Están dando los continentes, ese mes, Europa.

Un ejemplo de lo que podría pedir el maestro: Cada uno, de forma individual o en grupos, debe investigar sobre Europa.

Ejemplos de los trabajos que realizarían los niños:

-Juan y Sonia: a ellos les gusta mucho las manualidades y se les ha ocurrido hacer monumentos de arcilla.

-Pepe: en su tiempo libre toca el violín. Ha preparado una canción tradicional de Francia.

-Nerea: Ella ha dibujado la vestimenta tradicional de cada zona de Europa, ¡le encanta el dibujo!

-Mateo: Sobre folios, ha hecho un breve resumen de alguno de los países de Europa, con población, dimensión, etc.

-Paula, Sergio y Laura: ellos han elaborado un mapa con fieltro que, además, puede utilizarse como puzzle.
Por supuesto, son todo ejemplos que se me han ocurrido mientras escribía. Los niñ@s tienen mucha imaginación y creatividad y seguramente les saldrían deberes muy variados.

Entonces, ¿Cuál es mi opinión?
Para dar mi opinión sobre los deberes debo comentar dos cosas: por un lado, pienso que un niño no debería tener una jornada escolar más larga que la jornada laboral de su padre o madre. Si están 8 horas fuera de casa, ¿no se sentirán cansados para volver a las tareas de nuevo?
Por otro lado, ¿Qué esperamos y qué queremos que hagan nuestros hijos? Personalmente me gusta que mi hijo juegue, salga a la calle, vaya a ver a los animales, pasee por el monte, lea, eche una partida a algún juego de mesa, vea una película, visite a la familia… me gusta que me ayude a cocinar y que aprenda. Que colabore, aunque sea poquito, en las tareas domésticas, ¿o acaso esto no es aprendizaje?

¿Cuál es vuestra opinión sobre los deberes?
¡Un saludo!